Los debates sobre la pobreza, la equidad y la democracia son fundamentales para entender las realidades sociales, económicas y políticas de nuestro tiempo. Aunque se trata de fenómenos estudiados desde hace décadas, las profundas transformaciones sociales, económicas y políticas hacen que estas discusiones siempre estén actualizadas y en evolución.
Este artículo busca responder tres preguntas centrales: ¿Por qué sigue existiendo tanta pobreza en el siglo XXI? ¿Por qué persiste una desigualdad tan alta en el mundo? y ¿Por qué la democracia parece estar perdiendo terreno en la actualidad?
Estas interrogantes cobran mayor actualidad que se abordan en el marco de la tercera edición del Programa “Hablan los jóvenes”. En un sentido se trata de temas complejos como la pobreza y elementos relacionados que han sido tratados con lo que se ha denominado “problemas malvados” que no es otra cosa que son problemas tan complejos que solamente se puede resolver parcialmente.
Se pueden controlar o mitigarlos, pero no se pueden erradicar completamente. Pero no por ello debemos ignorarlos. Al contrario, siguen siendo cruciales para alcanzar ese bienestar tan anhelado dentro de lo que podemos considerar un buen gobierno. Elevando elementos de eficiencia y capacidad de respuesta que generen estabilidad.
Se abordarán las causas, definiciones y posibles soluciones, apoyadas con ejemplos concretos de países como Venezuela, junto con una perspectiva global que enriquecerá la comprensión, especialmente para jóvenes interesados en la formación política.
La pobreza se define como la carencia de recursos esenciales para satisfacer las necesidades básicas, desde la alimentación hasta el acceso a servicios de salud o educación. En su versión extrema, la pobreza se refiere a la incapacidad para acceder a los recursos que garantizan una vida mínimamente digna. Aunque el mundo ha avanzado en la reducción de la pobreza extrema en las últimas décadas, aproximadamente el 10% de la población mundial aún vive con menos de 2 dólares diarios, según una reciente alza de la línea internacional de pobreza por parte del Banco Mundial (Banco Mundial, 2025; Our World in Data, 2025).
A nivel mundial, esta pobreza extrema se concentra en regiones como África Subsahariana, donde más del 45% de la población vive en pobreza, y en países afectados por conflictos o condiciones socioeconómicas vulnerables (Banco Mundial, 2025; Naciones Unidas, 2024). Otros países como Sudán del Sur presentan tasas de pobreza superiores al 80%, resultado de guerras civiles, desastres naturales y crisis humanitarias prolongadas (SAPA, 2025).
Un caso particular es Venezuela, donde a pesar de las enormes reservas de petróleo, el colapso económico y político ha llevado a que más del 90% de los hogares viva bajo la línea de pobreza. Y más de dos tercios en pobreza extrema (Statista, 2024; Wilson Center, 2025). Factores como la hiperinflación, la caída del PIB y la pérdida del poder adquisitivo han profundizado la vulnerabilidad social, afectando fuertemente a niños, mujeres y adultos mayores.
Las desigualdades se vuelven más profundas por la falta de inversión en servicios públicos, la insuficiencia de programas de protección social y las decisiones individuales, involuntarias o no, de miles de venezolanos que han optado por migrar en busca de mejores oportunidades. Al mismo tiempo, la pandemia del COVID-19 revirtió avances en reducción de pobreza, empujando a decenas de millones nuevamente a condiciones precarias (Naciones Unidas, 2024).
Para combatir la pobreza, no basta sólo el esfuerzo individual; se requieren políticas integrales que incluyan inversión en educación y salud pública, protección social, generación de empleo digno, redistribución económica y estabilidad política. Organismos como el Banco Mundial y el PNUD insisten en la necesidad de acompañar el crecimiento económico con inclusión social y sustentabilidad para erradicar la pobreza a nivel global (Banco Mundial, 2025; PNUD, 2024).
La desigualdad se refiere a la distribución injusta de recursos y oportunidades. Mientras la pobreza afecta a los más vulnerables, la desigualdad pone de relieve las brechas entre los sectores más ricos y los más pobres. En los países en desarrollo, el acceso desigual a educación, salud y empleo genera diferencias marcadas entre los estratos sociales. Y en muchos casos, se produce un fenómeno conocido como “captura del Estado”, donde los sistemas económicos y políticos favorecen a las élites.
La desigualdad también tiene un componente global. Países como India y Brasil han experimentado un crecimiento económico notable, pero las brechas salariales persisten, especialmente en áreas urbanas donde la riqueza convive con la pobreza extrema. En otros países, aunque con menos pobreza extrema, la desigualdad también es preocupante. Estados Unidos, por ejemplo, alberga algunas de las mayores fortunas del mundo, pero experimenta una creciente brecha salarial y falta de movilidad social en amplios sectores de su población (Pew Research Center, 2025). En Latinoamérica, a pesar de una leve reducción en pobreza, la desigualdad regional es una de las más altas globalmente, limitando el acceso igualitario a educación y salud (PNUD, 2024).
La globalización, las transformaciones tecnológicas y cambios en el mercado laboral, si bien han traído prosperidad para algunos, han dejado a otros rezagados, profundizando estas brechas (Pew Research Center, 2025).
La democracia, entendida como un sistema en el que el poder reside en el pueblo, enfrenta amenazas crecientes en todo el mundo. En algunos países, regímenes autoritarios o semi-autoritarios están restringiendo libertades individuales, cooptando instituciones y consolidando líderes con amplios poderes. Venezuela se destaca como un ejemplo donde la independencia de poderes fue socavada y las elecciones han sido cuestionadas por falta de transparencia, llevando a una retracción profunda de la calidad democrática (Americas Quarterly, 2025; Human Rights Watch, 2024).
En Estados Unidos y Brasil, la polarización política y la desinformación han intensificado el escepticismo y la desconfianza de amplios sectores hacia las instituciones democráticas (Pew Research Center, 2025). Estos fenómenos amenazan la estabilidad política y la gobernabilidad.
La juventud, que es clave para la renovación democrática, a menudo se encuentra desencantada con los sistemas políticos tradicionales, buscando nuevas formas de participación y protesta, lo que a la vez puede generar espacios para discursos polarizadores.
Para fortalecer la democracia, es fundamental promover la educación cívica y política desde temprana edad, fortalecer la transparencia institucional, combatir la desinformación y fomentar la participación ciudadana desde grupos diversos.
El análisis de estos tres fenómenos muestra su complejidad y la interrelación entre la pobreza, la desigualdad y la democracia. La pobreza limita la participación ciudadana, la desigualdad erosiona la confianza en las instituciones y altos niveles de polarización dificultan la implementación de políticas efectivas para la inclusión y bienestar social.
Es de destacar que estos problemas no son exclusivos de los países menos desarrollados sino es un tema álgido y presente en muchas democracias tradicionales y que se consideran avanzadas. Por lo que es necesaria una discusión franca y objetiva ante estos desafíos.
Los jóvenes tienen un papel crucial para entender estas dinámicas, cuestionar las estructuras y promover el cambio hacia sociedades más justas, equitativas y democráticas.
Los obstáculos que impiden la eliminación de la pobreza son en gran parte políticos. No hay duda que hablar de la pobreza no sólo debe incluir a los propios especialistas en el área. Sin embargo, es necesario entender que la pobreza se reproduce por disparidades de poder.
Para mejorar el análisis de muchos países, la mejora de los sistemas económicos y del manejo de los recursos públicos, la transparencia financiera y el manejo de los datos no debe ser subestimada, al contrario podría generar resultados para el propio mejoramiento de los recursos públicos.
También es necesario tener en cuenta y es importante señalar que la discusión sobre la democracia, el proceso de democratización, los valores democráticos y la medición de la democracia es un campo de minas epistemológico. La democratización es problemática de definir, en gran parte debido a los desacuerdos sobre qué se entiende por democracia.
Por lo que se considera esencial para mejorar la gobernanza y entender mejor los procesos definir cuáles son algunos de los temas que se pueden estudiar en pro de la democracia y con esto lograr un nivel viable de buen gobierno.
Entre estos podemos mencionar los siguientes: la duración de campañas políticas, el control del gasto en campaña política, mejorar el sistema de votación/colectifecto o otras cuestiones, sistema de selección de candidaturas, regularización de las encuestas/compañías de encuestas, en fin, varios sistemas asociados a la estabilidad de la Inteligencia Artificial.
Estos temas sin duda pueden ser referidos como “problemas malvados” y de allí que no son fáciles de abordar sino es de manera colaborativa. Lo que queda claro es que los temas antes mencionados son algunos de los que el
docente o facilitador del curso o asignatura considere quienes su eliminación completa es imposible.
Desde los estudios de la Ciencias Políticas y Ciencias Sociales en general, tenemos la tarea de discutir el diseño de sistemas viables para disminuir el control de las instituciones del poder público.
Americas Quarterly. (2025, enero 15). Venezuela: A 2025 Snapshot. https://americasquarterly.org/article/venezuela-a-2025-snapshot/
Banco Mundial. (2025). Actualización de junio de 2025 sobre la pobreza mundial. https://www.bancomundial.org/es/news/factsheet/2025/06/05/june-2025-update-to-global-poverty-lines
Human Rights Watch. (2024, diciembre 19). World Report 2025: Venezuela. https://www.hrw.org/world-report/2025/country-chapters/venezuela
Naciones Unidas. (2024). Erradicar la pobreza extrema - Objetivos de Desarrollo Sostenible. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/poverty/
Our World in Data. (2025). Poverty.https://www.ourworldindata.org/poverty
Pew Research Center. (2025, enero 8). En todo el mundo, la desigualdad económica se profundiza a medida que los ricos se hacen más ricos. https://www.pewresearch.org/2025/01/09/global-economic-inequality-worsens/
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2024). Informe sobre Desarrollo Humano. https://www.undp.org/es/comunicados-de-prensa/unos-100-millones-de-personas-viven-encondiciones-de-pobreza
